POR: JORGE MARQUEZ CHAHÚ. jorgemarquezch@yahoo.com
10 de marzo de 2010 12:44
PARA: Ubaldo Tejada Guerrero utguerrero31@gmail.com
Te agradezco tu apoyo. Si no fuera mucha molestia te envio la Primera Parte, también para que no se pierda el contexto.
Muchas Bendiciones.
Jorge.
YO NO QUIERO UN ESTADO LAICO (I)
Una vez una madre me contó que sin darse cuenta al sacudir la cama tiró a su bebe pequeña que se había escondido entre las mantas. Tremendo susto para una madre que lo último que quería era botar a su bebe.
Hace sólo unas semanas el popular Jaime Bayly, dio a conocer, que de ser elegido Presidente una de sus políticas sería establecer el Estado Laico. Inmediatamente una encuestadora recogió la inquietud e hizo la pregunta sobre ¿cuántos estaban de acuerdo en dicha posición?. El resultado fue: 35% de los encuestados respondían afirmativamente sobre el tema, lo que fue señalado animosamente por uno de los líderes de las dos organizaciones que representan un sector importante de la comunidad evangélica, me refiero al CONEP y UNICEP.
Pero ¿qué se nos muestra en la encuesta?¿un avance de la conciencia democrática de los encuestados? o un avance de las corrientes liberales cada vez mas incomodas con la moral religiosa. Esas corrientes que defienden el matrimonio gay, el divorcio rápido, la píldora abortiva, o el propio agnosticismo.
Bayly sobre el tema añadió: “Es que el agnosticismo esta creciendo” y seguro que sí porque la existencia de Dios incomoda sobretodo a sectores que van en contra de nuestros principios.Por ello la iglesia evangélica enfrenta el gran reto de ser verdaderamente influyente en sus creencias para cambiar la realidad que la rodea, reto que también viene preocupando la iglesia católica, quien no ha dejado de ver de manera autocrítica el gran desfase que existe entre la declaración de ser católico y la práctica cotidiana del credo.
Necesitamos un Perú mas cristiano, más cercano a los principios emanados de la Verdad y en ese contexto la lucha por la no discriminación religiosa tenía como objetivo fortalecer las capacidades de las iglesias evangélicas para que cumplan a cabalidad sus fines. Y ello significaba mejorar el estatus de trato que tiene el Estado en el Perú con respecto a nuestras iglesias.El tema de la “No discriminación” puede ser visto como la construcción de la igualdad pero allí no todos pensamos lo mismo.
Recuerdo mucho uno de los debates que tuvimos en una de las mesas de conducción de la marcha del 11 de junio. Esa preciosa marcha que convocó más de 15,000 creyentes y que logró poner en agenda del Congreso el tema de la igualdad religiosa. Allí expresé que en este caso hay dos tipos de igualdad. Aquella que nos acerca al estatus de la Iglesia Católica y otra que nos colocaba en igual condición que las sectas. Es decir o luchábamos para mejorar el trato del Estado a las iglesias evangélicas en relación al trato que tiene con la Iglesia Católica o buscábamos quebrar la relación del Estado con la Iglesia Católica para que de un trato igualitario a todas las confesiones religiosas, donde estaban los Hare Krishna junto a las diferentes sectas existentes.
Otra vez: ¿De qué igualdad estamos hablando?. Tremendo tema por resolver. Recuerdo que un viejo líder evangélico sentado a mi lado hablaba contra el Concordato (Tratado que existe entre el Estado Vaticano y el Perú), mientras otros señalaban su no incomodidad por su presencia en la Ley. Luego de la discusión, el CONEP se retiró de la mesa y no participó en la marcha.Algunos siguen creyendo que nuestra lucha es contra la Iglesia Católica y han dejado de ver los nuevos retos que han llegado a nuestra sociedad de manera feroz y en esa trinchera yo encuentro en las organizaciones católicas, no nuestros enemigos sino nuestros grandes aliados.
El Estado Laico, los principios de laicidad, el concepto aconfesional y la postura de la neutralidad del Estado, que ahora propone la unión CONEP-UNICEP, tienen significados diferentes pero todos ellos en el Perú tienen un objetivo común eliminar el tratamiento privilegiado de la Iglesia Católica, que trae una consecuencia común: igualarnos con las sectas y las posturas liberales secularizadoras.
Es decir, en el afán de pretender la neutralidad del Estado, generamos sacar a Dios del plano estatal. (1) Yo quiero un Estado cristiano y no una legislación que por su neutralidad, arroje conjuntamente con la institución Católica a Dios y los valores cristianos. (2) Sueño como muchos por un PERÚ PARA CRISTO, y NO me interesa avanzar los derechos del Hare Krishna, agnósticos o de las minorías sexuales. (3) Mi identidad y compromiso es con la iglesia evangélica. Todos los mencionados ya tienen sus grandes defensores y seguro ni se imaginan los niveles a donde llegan, mientras nosotros aun seguimos disparándonos a los pies y en nuestro apasionamiento no nos damos cuenta que podemos botar al niño por arreglar las mantas.
Continuare...
Por un Perú Digno
Jorge Márquez Chahú
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