Por: Ubaldo Tejada Guerrero.
IV. DIAGNÓSTICO
A. El mundo se encuentra gobernado por potestades globales de éste siglo. A ellas nos enfrentamos.
B. El aislamiento de nuestros hermanos cristianos de los procesos políticos, sin saber como utilizar los principios bíblicos, nos deja sin la armadura completa de DIOS para momentos difíciles.
C. El mundo atraviesa una de las peores crisis estructurales, que ha tocado ejes fundamentales de los principios bíblicos: en primer lugar el amor al dinero en reemplazo del amor a DIOS; en segundo lugar, la unión civil como mascarón de proa para la destrucción de la familia; en tercer lugar, la igualdad de género, para destruir el rol de la pareja idónea entre el hombre y la mujer; y en cuarto lugar, divorcio de los principios bíblicos, para no distinguir a que nos enfrentamos.
V. ¿CÓMO NOS ENFRENTAR EL RETO DE LA POLÍTICA, SIN CONTAMINARNOS, AISLARNOS; SIN SER PARTE DEL MUNDO?
A. Entender lo que significa ser sal y luz, porque "todo" debe ser tocado en el mundo por el poder transformador del evangelio.
B. Desarrollar las capacidades necesarias para utilizar conceptos claros sobre nuestra participación política y como debe ser el modelo de gobierno que proponemos alcanzar en los lugares de influencia social y política para beneficio de nuestro país y de nuestro prójimo.
C. Actuar en el mundo y en política con nuestra vivencia espiritual y los valores del reino de DIOS, actuando con fe con nuestro mandato bíblico.
D. No anteponer nuestros criterios, prejuicio e inclinaciones, a la simple y directa palabra de DIOS, evitando que nuestra hermenéutica, no este teñida del color de nuestra experiencia.
E. Mantenernos dispuestos en todo momento, para desarrollar la actitud de examinarnos con honestidad, buscando apoyo en oración a DIOS, y en su palabra, de lo que estamos haciendo mal.
F. Desarrollar un conjunto de insumos, tiempos, conceptos, informaciones, propuestas, proyectos, planes y programas, a partir de la palabra de DIOS, que nos sirva para analizar el rol cristiano en la política.
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