Director del Concilio Evangélico pide a sus congresistas luchar contra la corrupción y olvidarse de intereses personales
Por María Teresa García mtgarcia@siete.pe
Un fuerte jalón de orejas dio a los congresistas evangélicos, el director ejecutivo del Concilio Evangélico del Perú (CONEP) y ex senador de la República Víctor Arroyo, por haberse olvidado de luchar contra la corrupción y no ser consecuentes con sus ideas como el caso de Julio Rosas de quien dijo que repudió al gobierno de Alberto Fujimori pero hoy es legislador fujimorista.
-¿Qué es el Concilio Evangélico del Perú?
Es una organización que data desde 1940 y que se constituye principalmente con cuatro objetivos: fomentar la unidad de las iglesias, estimular el trabajo de evangelización en el país, interlocución con el Estado en sus diversas dependencias, y el ejercicio de docencia en la vida económica social política y cultural del país. Hoy la sociedad es más tolerante pero en ese momento (1940) la tensión era mucho más marcada, había que ser gestiones para seguir luchando en favor de la libertad religiosa.
-Pero ahora ya no hay esa situación…
Todavía existe. Que los evangélicos que están en el Congreso no digan nada, eso es otra cosa.
-¿Cuál es su aporte dentro del Acuerdo Nacional?
Nuestros temas preferentes siempre han sido la lucha contra la pobreza, inclusión social, el ejercicio de la libertad de pensamiento y conciencia que son elementos fundamentales de toda democracia y toda medida que ayude a la lucha contra la corrupción.
-¿Y en la política?
No podemos formar partidos políticos pero sí podemos lograr que nuestras acciones tengan dimensión política.
-¿Qué opinión le merece el trabajo de los congresistas evangélicos? ¿Han contribuido al desarrollo del país?
La comunidad evangélica todavía está esperando una presencia más formadora de los evangélicos en la función parlamentaria.
-¿En qué basa su apreciación?
¿Qué han hecho en contra de la lucha contra la corrupción? No conozco ninguna iniciativa legislativa o de otra índole; de fiscalización por ejemplo, que tenga que ver con una acción clara y explícita de lucha contra la corrupción. Sigue instalada en este país y alguien tiene que empezar la lucha pero no tengo información de qué están pensando los congresistas sobre este tema.
-¿Me podría decir quiénes son los parlamentarios evangélicos?
De los que tengo conocimiento, están la ministra Ana Jara y Jesús Hurtado (Iglesia Bautista), Humberto Lay y Julio Rosas (Alianza Cristiana y Misionera), Eduardo Nayap (Iglesia del Nazareno).
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Evaluación individualizada
-¿Cómo evalúa la actuación de Humberto Lay, líder de Restauración Nacional?
Está haciendo esfuerzos. El tema de la gestión parlamentaria es de oficio. El problema de los evangélicos es que llegan al Congreso y no lo hacen con conocimiento de la política entonces les cuesta mucho el proceso de aprendizaje y creo que eso se expresa luego en el desempeño. La Comisión de Ética que él preside ha tenido una cantidad de casos pero ¿qué más (ha hecho)? Hay ciertas debilidades en la propia comisión pero él es el presidente.
-En el caso del congresista Julio Rosas de la Alianza Cristiana y Misionera hubo un impasse ¿Cuál fue?
En los ochenta y noventa, el concilio tuvo una posición muy clara de defensa de los derechos humanos y hay pronunciamientos firmados por él mismo (Rosas), en contra de las violaciones de los derechos humanos ya sean provocadas por los terroristas, como de los miembros de las Fuerzas Armadas. Entonces, nos sorprendió que aparezca en una lista fujimorista cuestionada por el concilio, debido a todo el sistema de corrupción que fue instalándose en ese periodo. El concilio se pronunció en contra de Alberto Fujimori por razones de respeto a la dignidad de las personas.
-¿Cuál fue su comportamiento dentro del concilio?
Él se mantuvo aquí en una posición no muy definida.
-Pero usted también perteneció a una agrupación fujimorista que era Cambio 90…
Renuncié porque Alberto Fujimori tomó una decisión inconstitucional y cerró el Congreso de la República y romper el orden constitucional. En ese entonces hice una carta pública porque no podía participar en regímenes dictatoriales.
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Lucha anticorrupción
Agenda impotergable
-¿Le pediría a los congresistas evangélicos que trabajen para derrotar a la corrupción?
No solo contra la corrupción sino también contra la pobreza. Cómo es posible que digamos que económicamente nuestro país se encuentra bien pero paradójicamente existan poblaciones afectadas de tuberculosis. Creo que quienes están en la gestión parlamentaria no pueden hacer del cargo un cargo al servicio de algo distinto a lo vinculado a la dignidad de las personas. No obstante el ofrecimiento de quien hoy ejerce la presidencia de la República, no hay resultados concretos en contra de la lucha contra la corrupción y los evangélicos ¿dónde están? No sólo hay que llamarlos a ellos sino también a las iglesias.
-El parlamentario Nayap (Iglesia del Nazareno) tiene una misión muy importante ¿la está cumpliendo?
Está pendiente una conversación con él. Hay que trabajar fuertemente por el pueblo awajún.
-¿Es una forma sutil de llamarle la atención?
Por allí va. El tema de la inclusión y la interculturalidad no puede quedar al margen de una gestión.
-Prácticamente no se escucha la voz de la mayoría de parlamentarios evangélicos en el Congreso, incluso ni se les conoce…
Si usted que está todos los días en los pasillos del poder, no nota el desempeño de los congresistas evangélicos, le tengo que creer y sobre eso tengo que decir que me apena, porque es una oportunidad desaprovechada, pues el país está necesitado de transformaciones como la reforma del Estado.
-¿El congresista Julio Gago pertenece a alguna iglesia afiliada al concilio?
No. Tengo la información que tiene proximidad con alguna congregación pero no tengo la confirmación.
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