PERÚ: ELECCIONES AL FILO
DE LA NAVAJA (II)
POR: UBALDO TEJADA GUERRERO
Analista Global
Al
comenzar éste artículo, Francia
lanza el texto final del acuerdo contra el cambio climático , que analizaremos en nuestra próxima
entrega,
Terminó
el CADE 2,015 en Paracas, donde los grandes empresarios peruanos escucharon de
parte del frente de derechas, constituido por 5 candidatos neoliberales:
Alejandro Toledo, Alan García Pérez, Pedro Pablo Kucsynki, Keiko Fujimori y
César Acuña; un discurso para las transnacionales, y la ausencia de un plan de
gobierno porque no lo necesitan, cuanto sólo es el continuismo neoliberal y las
ambiciones de poder de llegar para seguir administrando un Estado en manos de
las transnacionales.
El
pueblo peruano esperaba planteamientos con una visión de futuro, que permitan
cambios estructurales al comenzar su gestión, en un escenario de corrupción al
cual no escapan los 5 candidatos del CADE, a los que poco importa estimular
bases sólidas para el fortalecimiento institucional de un Estado de espaldas a
las necesidades de un electorado, donde mas del 40% no se siente representado
por ninguno de éstos ex funcionarios del Estado. El pueblo no estuvo en el
CADE.
Hoy
los peruanos asistimos a una crisis de representación política, donde los
supuestos partidos, no existen como instituciones reales, ellos son sólo
cúpulas gobernados por caudillos, sin estructuras institucionales, sin bases
sociales que los sostengan, sólo activistas electoreros, caudillos con
Estatutos para uso autocráticos, mesiánicos, sin ideología, programas o
partidos, Sólo “repartijas” neoliberales tratando de forzar a los electores a
elegir al “mal menor” a sabiendas que hoy no existe.
Pero
¿Cuál es el problema central? El Perú tiene una población económicamente activa
(PEA) donde el 72% es informal, donde el 78% de peruanos no cotiza a ningún
sistema previsional, en un escenario de una economía primario exportadora
dependiente del exterior, en un momento de desaceleración mundial de la
economía, con calidades de educación por debajo de los estándares mundiales,
que sólo pueden ser revertidos con la implementación de reformas laborales e
institucionales que resuelvan problemas estructurales producto de la ausencia
de un proyecto país.
Para
seguir precisando en nuestro Perú, siete de cada diez trabajadores son
informales, y el 87% de los hogares reciben ingresos informales, lo que crea un
fuerte distorsión en la estructura productiva, donde las empresas formales el
50% del costo operativo es el personal, y la normatividad tributaria del modelo
neoliberal excluye la posibilidad de formalización.
Hoy
mas que nunca el pueblo peruano debe exigir al frente de derechas, propuestas
de reformas estratégicas que vayan desencadenando dinámicas, para que nuestro
pueblo comience a desandar el camino soberano que republicanamente le han sido
negadas por la ausencia de una clase dirigente.
Al
frente de derechas poco le importa las MYPES que representan el 99,5% de la
fuerza empresarial peruana, donde 84,7% son informales, es decir: no se
registran como personas jurídicas o empresas individuales, el 71,1% de
trabajadores no están afiliados a ningún sistema de pensiones.
Sobre
la calidad educativa de nuestras universidades peruanas, con algunas
excepciones pasan la valla de calidad, no debemos olvidar que desde la
desregulación de Fujimori en 1,990, se multiplicaron las universidades con
personajes como César Acuña, donde el CONAFU creó universidades sin ningún
criterio de calidad, por eso en el Perú tenemos la friolera de 142
universidades, estando 41 en espera de autorización al año 2,015. Es decir
tenemos casi el total que tiene Brasil con más de 300 millones de habitantes.
Eso no es democratizar la educación.
Hoy
hablar de autonomía universitaria en el Perú, es hablar de autarquía, y no como
privilegio y responsabilidad, dando como resultado la generación de
clientelismo, mediocridad o compra de votos a cambio de puestos
administrativos. Y ni que hablar de las universidades negocio, por encima de la
necesidad de crear ciencia y tecnología, capital humano para el Perú que es la
única alternativa de mantener un crecimiento sostenido con desarrollo humano,
ligada a una política estratégica de desarrollo productivo soberano. Ello
acompañada de Salud pública.
Para
cerrar este tema de las universidades negocio, diremos que son las más
rentables después, después del narcotráfico. Entendamos que las inafectaciones
que da el Estado neoliberal de 5 tipos de impuestos, equivale mas o menos al
40% de los ingresos de una universidad. Es decir por cada millón de soles que
entra a la universidad, 400 mil soles lo ponen los ciudadanos. Es decir “plata
como cancha” se entiende como que ninguna actividad productiva en el Perú tiene
esas gollerías y sin ningún control de parte del Estado.
El
menú de éste drama es bastante amplio, y lo seguiremos analizando en otras
entregas pre-electorales, pues los peruanos no nos merecemos éste menú de un
solo plato: frente de derechas neoliberales manejadas desde Washington, por ello cuando se habla de
corrupción el 87% de los ciudadanos cree que la política está fuertemente
infiltrada por el crimen organizado y argumentos no faltan, sino vemos con el
caso Orellana y el caso Oviedo, que iremos desarrollando.
A
quienes hoy se reclaman liderar un verdadero cambio, los responsabilizamos de
la unidad de las fuerzas populares y progresistas, obedeciendo la voluntad del
pueblo peruano, que busca una izquierda unida en un solo frente, un solo
programa y una sola candidatura. No se puede tolerar fraudes, ni componendas,
ni oportunismos.
Por
respeto a la sangre derramada de nuestros antepasados, por defender nuestro
suelo patrio, por el honor de nuestros hijos que anhelamos una patria soberana,
nunca en la historia republicana hemos llegado a un momento donde hasta el “mal
menor” no existe. Éste frente de derechas no nos representa, sigamos
construyendo vino nuevo en odres nuevos, lideres éticamente creíbles, que nos
conduzcan a refundar éste Estado, mas humano, mas solidario. La utopía socialista
sigue en pié.
Al
cierre de ésta entrega la confluencia Únete por otra Democracia
acordó respaldar a la candidata del Frente Amplio, Verónika Mendoza, anunció hoy el dirigente de ese bloque partidario,
Sigifredo Velásquez, lo que significa que todos los partidos de izquierda
participarán juntos en las elecciones de 2016. Sólo el pueblo espera no más
tropiezos, sino perspectivas de mediano y largo plazo.
PERÚ:
ELECCIONES AL FILO DE LA NAVAJA (III)
POR: UBALDO TEJADA
GUERRERO.
Analista Global
Continúa
al filo de la navaja el proceso electoral 2,016 en el Perú, cuya característica
fundamental es la vigencia y defensa del modelo macroeconómico sembrado por el
dictador Fujimori a partir de 1,990, que convirtió al Perú en una economía
primario exportadora, propia de los años 20 al servicio de las grandes
transnacionales.
Después
de 1,992, la aprobación en dictadura de la Constitución de 1,993, definió el
Estado neoliberal, que privilegió tres ejes: el Ministerio de Economía y
Finanzas (MEF), el Banco Central de Reserva (BCR) y la Superintendencia
Nacional de Administración Tributaria (SUNAT), como garantes del modelo que
privilegia el tener sobre el ser humano.
Tenemos
que recordar que Fujmori liquidó las posibilidades de un Estado, que tenga como
eje el desarrollo humano, cuyo olvido se manifiesta hoy en crisis
institucional, narcotráfico, corrupción, violencia e inseguridad ciudadana.
Sólo para poner cifras, el monto de la corrupción de la Comisión Investigadora,
presidida por el congresista Vicente Zeballos arroja un aproximada de 490
millones, 497 mil 762, 22 soles.
La
configuración del escenario político electoral 2,016, no garantiza ninguna
alternativa al pueblo peruano, para ir a un desarrollo al progreso, con
justicia social, que conduzca al Perú hacia una democracia real y una
ciudadanía plena. Hoy todo se justifica en nombre del “dios mercado”, la
“modernidad” y la “eficiencia”.
El
modelo neoliberal, ha sido incapaz de acortar la distancia entre la sociedad y
la política. Hoy los actores políticos del escenario electoral, hacen lo que se
les viene en gana, manteniendo a la ciudadanía en calidad de espectadores, que
son convocados sólo cuando hay elecciones, sin partidos organizados, ni base
social.
Hoy
el Perú después de mas de 25 años de neoliberalismo, en lugar de reformar el
Estado para el desarrollo humano, sigue la destrucción del Estado en grado tal
que no puede siquiera afrontar a inseguridad ciudadana, la delincuencia, el
narcotráfico que están poniendo instituciones como el Poder Judicial, el
Congreso, el ejército, la policía nacional al servicio de la infiltración de la
delincuencia.
Siguen
en pié los problemas de fondo: Modelo de desarrollo económico, refundación del
Estado, desafíos a la globalización, consolidación de la democracia y sus
instituciones, combate a la corrupción, narcotráfico e inseguridad ciudadana, informalidad,
multiculturalidad, descentralización, industrialización, ciencia y tecnología.
Lo
que ocurre hoy en el proceso electoral hacia el 2,016, no es una crisis
electoral, sino la cúspide de una república agotada y de una clase dominante
que utiliza el poder económico para saquear su soberanía, el poder mediático
para anular la conciencia política, y utilizar el Congreso o el Poder Judicial
para consolidar la injusticia.
Pero
no cerremos los ojos como dice Jaime Antezana Rivera (diciembre
23, 2015): “Esa mezcla sulfurosa de corrupción y violencia
del narcotráfico y delincuencial pueden, de cara al Bicentenario, llevar al
Perú por el despeñadero de la inviabilidad o, como ha ocurrido con los
Estados del norte de México, a un Estado fallido. Eso es lo que
está en juego en estas elecciones” 2,016 (“Peruanos contra la corrupción”).
La
casta derechista en ésta república agotada, ha sido incapaz de responder a
planteamientos con planteamientos y las ideas con ideas, por ello su pragmatismo
desde los años 90 hasta el 2,015, los ha conducido a tener la obsesión de que
para las grandes empresas, en el Estado “todo es privatizable”: la soberanía
nacional, la energía, el petróleo, la minería, impuestos leoninos para la
microempresas familiares, privatización de las pensiones, el agua, los recursos
naturales, la educación, la salud, etc.
Hoy
los peruanos necesitamos propuestas globales: La pregunta es ¿Quién da ese
salto? ¿Quiénes tienen que hacer esto? Las respuestas apuntan a los partidos políticos.
La pregunta final ¿Tiene el Perú un sistema de partidos políticos enraizados en
la nueva sociedad peruana? La respuesta es no.
Encontramos
una derecha variopinta en la mayoría de planchas presidenciales peruanas, cuyo
eje fundamental los une: la defensa del modelo neoliberal. ¿Cómo definimos una
estrategia y táctica para un cambio de rumbo?
Desarrollemos
un primer concepto: las izquierdas
han sido incapaces de consolidar un solo frente, un solo programa y un solo
candidato, por la ausencia de una estrategia, sectarismos, aventurerismo del
“yo candidato”; culto al electorerismo, la veneración al caudillo; lo que trae
como consecuencias que la derecha se consolide en una mayor profundización del
modelo neoliberal, fortalecimiento de tendencia autoritarias, hasta la
posibilidad de una declaratoria de emergencia nacional con la salida del
ejército a las calles como una falsa solución a la crisis estructural de
crecimiento sin desarrollo.
Un segundo concepto: Tener claridad que lo que suceda en
la elecciones 2,016, no define el final para afirmar que la unidad de las
izquierdas, del movimiento popular y el progresismo, han fracasado. Hoy no es
el final, es el comienzo de la refundación de las izquierdas en el Perú, que
sobrepasa la “primavera electoral”.
Un tercer concepto: El desafío de la recomposición
interna de las izquierdas en el Perú, que obliga a varios retos: Comprender que
transformar la sociedad peruana multicultural y multiétnica, es una labor ardua
que requiere de una labor planificada, cuya construcción es de corto, mediano y
largo plazo, que tiene como eje central la lucha por el desarrollo democrático.
Un cuarto concepto: La recomposición interna de la
izquierda en el Perú, como obligación para recuperar la iniciativa ideológica,
programática y doctrinaria; el debate y la democracia interna, lo mismo que la
unidad de acción.
Un quinto concepto: Liderazgos políticos regionales
capaces de comprender la realidad donde operan, realizar una capacidad de
gestión política pública honesta y limpia de corrupción. Apostamos por la
verdadera descentralización, porque el centralismo limeño impide el desarrollo
nacional
Se
ha elegido planchas presidenciales de lo mas folklóricas, coincidentes para “preservar
el modelo”, “sobrevivir” políticamente, pasar la valla electoral y nada mas,
sólo como dice el pueblo elecciones donde hay “plata como cancha”, “la plata
llega sola” o “roba pero hace obras”. Se reitera la desilusión del pueblo
peruano respecto al único ejercicio democrático formulado por un Estado en
crisis que sólo ofrece un sufragio periódico, lo que agudiza la posibilidad de
una democracia real y una ciudadanía plena.
Es
el momento en el Perú de estar en contra de la corrupción, de promover una
verdadera movilización de la sociedad civil, es hora de refundar la república,
es hora de cambiar la resignación por la indignación. Es momento de líderes
democráticos, no de caudillos que finalmente empujan a los ciudadanos a
soluciones del “mal menor” que no existe, porque terminan perpetuando al modelo
neoliberal.
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