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sábado, 26 de diciembre de 2015

PERÚ: ELECCIONES AL FILO DE LA NAVAJA (II - III)

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PERÚ: ELECCIONES AL FILO DE LA NAVAJA (II)

POR: UBALDO TEJADA GUERRERO
Analista Global

Al comenzar éste artículo, Francia lanza el texto final del acuerdo contra el cambio climático , que analizaremos en nuestra próxima entrega,
Terminó el CADE 2,015 en Paracas, donde los grandes empresarios peruanos escucharon de parte del frente de derechas, constituido por 5 candidatos neoliberales: Alejandro Toledo, Alan García Pérez, Pedro Pablo Kucsynki, Keiko Fujimori y César Acuña; un discurso para las transnacionales, y la ausencia de un plan de gobierno porque no lo necesitan, cuanto sólo es el continuismo neoliberal y las ambiciones de poder de llegar para seguir administrando un Estado en manos de las transnacionales.
El pueblo peruano esperaba planteamientos con una visión de futuro, que permitan cambios estructurales al comenzar su gestión, en un escenario de corrupción al cual no escapan los 5 candidatos del CADE, a los que poco importa estimular bases sólidas para el fortalecimiento institucional de un Estado de espaldas a las necesidades de un electorado, donde mas del 40% no se siente representado por ninguno de éstos ex funcionarios del Estado. El pueblo no estuvo en el CADE.
Hoy los peruanos asistimos a una crisis de representación política, donde los supuestos partidos, no existen como instituciones reales, ellos son sólo cúpulas gobernados por caudillos, sin estructuras institucionales, sin bases sociales que los sostengan, sólo activistas electoreros, caudillos con Estatutos para uso autocráticos, mesiánicos, sin ideología, programas o partidos, Sólo “repartijas” neoliberales tratando de forzar a los electores a elegir al “mal menor” a sabiendas que hoy no existe.
Pero ¿Cuál es el problema central? El Perú tiene una población económicamente activa (PEA) donde el 72% es informal, donde el 78% de peruanos no cotiza a ningún sistema previsional, en un escenario de una economía primario exportadora dependiente del exterior, en un momento de desaceleración mundial de la economía, con calidades de educación por debajo de los estándares mundiales, que sólo pueden ser revertidos con la implementación de reformas laborales e institucionales que resuelvan problemas estructurales producto de la ausencia de un proyecto país.
Para seguir precisando en nuestro Perú, siete de cada diez trabajadores son informales, y el 87% de los hogares reciben ingresos informales, lo que crea un fuerte distorsión en la estructura productiva, donde las empresas formales el 50% del costo operativo es el personal, y la normatividad tributaria del modelo neoliberal excluye la posibilidad de formalización.
Hoy mas que nunca el pueblo peruano debe exigir al frente de derechas, propuestas de reformas estratégicas que vayan desencadenando dinámicas, para que nuestro pueblo comience a desandar el camino soberano que republicanamente le han sido negadas por la ausencia de una clase dirigente.
Al frente de derechas poco le importa las MYPES que representan el 99,5% de la fuerza empresarial peruana, donde 84,7% son informales, es decir: no se registran como personas jurídicas o empresas individuales, el 71,1% de trabajadores no están afiliados a ningún sistema de pensiones.
Sobre la calidad educativa de nuestras universidades peruanas, con algunas excepciones pasan la valla de calidad, no debemos olvidar que desde la desregulación de Fujimori en 1,990, se multiplicaron las universidades con personajes como César Acuña, donde el CONAFU creó universidades sin ningún criterio de calidad, por eso en el Perú tenemos la friolera de 142 universidades, estando 41 en espera de autorización al año 2,015. Es decir tenemos casi el total que tiene Brasil con más de 300 millones de habitantes. Eso no es democratizar la educación.
Hoy hablar de autonomía universitaria en el Perú, es hablar de autarquía, y no como privilegio y responsabilidad, dando como resultado la generación de clientelismo, mediocridad o compra de votos a cambio de puestos administrativos. Y ni que hablar de las universidades negocio, por encima de la necesidad de crear ciencia y tecnología, capital humano para el Perú que es la única alternativa de mantener un crecimiento sostenido con desarrollo humano, ligada a una política estratégica de desarrollo productivo soberano. Ello acompañada de Salud pública.
Para cerrar este tema de las universidades negocio, diremos que son las más rentables después, después del narcotráfico. Entendamos que las inafectaciones que da el Estado neoliberal de 5 tipos de impuestos, equivale mas o menos al 40% de los ingresos de una universidad. Es decir por cada millón de soles que entra a la universidad, 400 mil soles lo ponen los ciudadanos. Es decir “plata como cancha” se entiende como que ninguna actividad productiva en el Perú tiene esas gollerías y sin ningún control de parte del Estado.
El menú de éste drama es bastante amplio, y lo seguiremos analizando en otras entregas pre-electorales, pues los peruanos no nos merecemos éste menú de un solo plato: frente de derechas neoliberales manejadas desde  Washington, por ello cuando se habla de corrupción el 87% de los ciudadanos cree que la política está fuertemente infiltrada por el crimen organizado y argumentos no faltan, sino vemos con el caso Orellana y el caso Oviedo, que iremos desarrollando.
A quienes hoy se reclaman liderar un verdadero cambio, los responsabilizamos de la unidad de las fuerzas populares y progresistas, obedeciendo la voluntad del pueblo peruano, que busca una izquierda unida en un solo frente, un solo programa y una sola candidatura. No se puede tolerar fraudes, ni componendas, ni oportunismos.
Por respeto a la sangre derramada de nuestros antepasados, por defender nuestro suelo patrio, por el honor de nuestros hijos que anhelamos una patria soberana, nunca en la historia republicana hemos llegado a un momento donde hasta el “mal menor” no existe. Éste frente de derechas no nos representa, sigamos construyendo vino nuevo en odres nuevos, lideres éticamente creíbles, que nos conduzcan a refundar éste Estado, mas humano, mas solidario. La utopía socialista sigue en pié.
Al cierre de ésta entrega la confluencia Únete por otra Democracia acordó respaldar a la candidata del Frente Amplio, Verónika Mendoza, anunció hoy el dirigente de ese bloque partidario, Sigifredo Velásquez, lo que significa que todos los partidos de izquierda participarán juntos en las elecciones de 2016. Sólo el pueblo espera no más tropiezos, sino perspectivas de mediano y largo plazo.

PERÚ: ELECCIONES AL FILO DE LA NAVAJA (III)

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POR: UBALDO TEJADA GUERRERO.
Analista Global

Continúa al filo de la navaja el proceso electoral 2,016 en el Perú, cuya característica fundamental es la vigencia y defensa del modelo macroeconómico sembrado por el dictador Fujimori a partir de 1,990, que convirtió al Perú en una economía primario exportadora, propia de los años 20 al servicio de las grandes transnacionales.
Después de 1,992, la aprobación en dictadura de la Constitución de 1,993, definió el Estado neoliberal, que privilegió tres ejes: el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el Banco Central de Reserva (BCR) y la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT), como garantes del modelo que privilegia el tener sobre el ser humano.
Tenemos que recordar que Fujmori liquidó las posibilidades de un Estado, que tenga como eje el desarrollo humano, cuyo olvido se manifiesta hoy en crisis institucional, narcotráfico, corrupción, violencia e inseguridad ciudadana. Sólo para poner cifras, el monto de la corrupción de la Comisión Investigadora, presidida por el congresista Vicente Zeballos arroja un aproximada de 490 millones, 497 mil 762, 22 soles.
La configuración del escenario político electoral 2,016, no garantiza ninguna alternativa al pueblo peruano, para ir a un desarrollo al progreso, con justicia social, que conduzca al Perú hacia una democracia real y una ciudadanía plena. Hoy todo se justifica en nombre del “dios mercado”, la “modernidad” y la “eficiencia”.
El modelo neoliberal, ha sido incapaz de acortar la distancia entre la sociedad y la política. Hoy los actores políticos del escenario electoral, hacen lo que se les viene en gana, manteniendo a la ciudadanía en calidad de espectadores, que son convocados sólo cuando hay elecciones, sin partidos organizados, ni base social.
Hoy el Perú después de mas de 25 años de neoliberalismo, en lugar de reformar el Estado para el desarrollo humano, sigue la destrucción del Estado en grado tal que no puede siquiera afrontar a inseguridad ciudadana, la delincuencia, el narcotráfico que están poniendo instituciones como el Poder Judicial, el Congreso, el ejército, la policía nacional al servicio de la infiltración de la delincuencia.
Siguen en pié los problemas de fondo: Modelo de desarrollo económico, refundación del Estado, desafíos a la globalización, consolidación de la democracia y sus instituciones, combate a la corrupción, narcotráfico  e inseguridad ciudadana, informalidad, multiculturalidad, descentralización, industrialización, ciencia y tecnología.
Lo que ocurre hoy en el proceso electoral hacia el 2,016, no es una crisis electoral, sino la cúspide de una república agotada y de una clase dominante que utiliza el poder económico para saquear su soberanía, el poder mediático para anular la conciencia política, y utilizar el Congreso o el Poder Judicial para consolidar la injusticia.
Pero no cerremos los ojos como dice Jaime Antezana Rivera (diciembre 23, 2015): “Esa mezcla sulfurosa de corrupción y violencia del narcotráfico y delincuencial pueden, de cara al Bicentenario, llevar al Perú por el despeñadero de la inviabilidad o, como ha ocurrido con los Estados del norte de México, a un Estado fallido. Eso es lo que está en juego en estas elecciones” 2,016 (“Peruanos contra la corrupción”).
La casta derechista en ésta república agotada, ha sido incapaz de responder a planteamientos con planteamientos y las ideas con ideas, por ello su pragmatismo desde los años 90 hasta el 2,015, los ha conducido a tener la obsesión de que para las grandes empresas, en el Estado “todo es privatizable”: la soberanía nacional, la energía, el petróleo, la minería, impuestos leoninos para la microempresas familiares, privatización de las pensiones, el agua, los recursos naturales, la educación, la salud, etc.
Hoy los peruanos necesitamos propuestas globales: La pregunta es ¿Quién da ese salto? ¿Quiénes tienen que hacer esto? Las respuestas apuntan a los partidos políticos. La pregunta final ¿Tiene el Perú un sistema de partidos políticos enraizados en la nueva sociedad peruana? La respuesta es no.
Encontramos una derecha variopinta en la mayoría de planchas presidenciales peruanas, cuyo eje fundamental los une: la defensa del modelo neoliberal. ¿Cómo definimos una estrategia y táctica para un cambio de rumbo?
Desarrollemos un primer concepto: las izquierdas han sido incapaces de consolidar un solo frente, un solo programa y un solo candidato, por la ausencia de una estrategia, sectarismos, aventurerismo del “yo candidato”; culto al electorerismo, la veneración al caudillo; lo que trae como consecuencias que la derecha se consolide en una mayor profundización del modelo neoliberal, fortalecimiento de tendencia autoritarias, hasta la posibilidad de una declaratoria de emergencia nacional con la salida del ejército a las calles como una falsa solución a la crisis estructural de crecimiento sin desarrollo.
Un segundo concepto: Tener claridad que lo que suceda en la elecciones 2,016, no define el final para afirmar que la unidad de las izquierdas, del movimiento popular y el progresismo, han fracasado. Hoy no es el final, es el comienzo de la refundación de las izquierdas en el Perú, que sobrepasa la “primavera electoral”.
Un tercer concepto: El desafío de la recomposición interna de las izquierdas en el Perú, que obliga a varios retos: Comprender que transformar la sociedad peruana multicultural y multiétnica, es una labor ardua que requiere de una labor planificada, cuya construcción es de corto, mediano y largo plazo, que tiene como eje central la lucha por el desarrollo democrático.
Un cuarto concepto: La recomposición interna de la izquierda en el Perú, como obligación para recuperar la iniciativa ideológica, programática y doctrinaria; el debate y la democracia interna, lo mismo que la unidad de acción.
Un quinto concepto: Liderazgos políticos regionales capaces de comprender la realidad donde operan, realizar una capacidad de gestión política pública honesta y limpia de corrupción. Apostamos por la verdadera descentralización, porque el centralismo limeño impide el desarrollo nacional
Se ha elegido planchas presidenciales de lo mas folklóricas, coincidentes para “preservar el modelo”, “sobrevivir” políticamente, pasar la valla electoral y nada mas, sólo como dice el pueblo elecciones donde hay “plata como cancha”, “la plata llega sola” o “roba pero hace obras”. Se reitera la desilusión del pueblo peruano respecto al único ejercicio democrático formulado por un Estado en crisis que sólo ofrece un sufragio periódico, lo que agudiza la posibilidad de una democracia real y una ciudadanía plena.
Es el momento en el Perú de estar en contra de la corrupción, de promover una verdadera movilización de la sociedad civil, es hora de refundar la república, es hora de cambiar la resignación por la indignación. Es momento de líderes democráticos, no de caudillos que finalmente empujan a los ciudadanos a soluciones del “mal menor” que no existe, porque terminan perpetuando al modelo neoliberal.


 



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