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miércoles, 4 de enero de 2012

CUIDAR Y LABRAR: TAREAS CRISTIANAS DEL SIGLO XXI

Ciudar y labrar nuestro jardin; dos tareas vitales

Por Ariel Costantino.
En Génesis 2:15 dice: “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo cuidara” RV1995. (énfasis mío).
Al igual que a Adán, cada uno de nosotros Dios nos dio un jardín (LA TIERRA Y LOS SERES HUMANOS) del cual somos, o debemos ser responsables. Es trabajo nuestro cuidarlo y labrarlo, no es responsabilidad de Dios, sino del uso que hagamos de nuestra capacidad de libre albedrío que ÉL nos dió: o hacemos el bien o el mal.
Cuidar y labrar son dos tareas vitales para todo cristinao en el siglo XXI.


Comencemos por "Cuidar"
Veamos algunos sinónimos de Cuidar: Atender, vigilar, velar, preservar, defender, y asistir.
Quiero que piense, en el mundo que nos rodea y de que cosas somos responsables.
Tal vez seamos casados... padres de familia... o Pastores... empleados de oficina... líderes de jóvenes... maestros... políticos..., ministros... estas cosas u otras, son parte de nuestro jardín.
No es responsabilidad de otro, si nuestra esposa se encuentra mal. No es responsabilidad de la maestra, que nuestro hijo sea maleducado, es nuestra responsabilidad. ¿Recuerda la historia de la caída del hombre? Cuado el Señor le pregunto a Adán porque había desobedecido ¿qué le respondió? dijo: “La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí” como diciendo: “yo no tengo nada que ver, ella me obligó” luego le pregunto lo mismo a la mujer, y ella dijo: “la serpiente fue”(génesis 3:11-13).
Es algo frecuente, echarle la culpa a otros de nuestros errores. ¿No es verdad? Alguien dijo: “Errar es humano... pero echarle la culpa a otro, es mas humano todavía” , ADAN debía cuidar el jardín. Esa es la verdad. Era el trabajo del hombre cuidar del huerto. Entonces, ¿Dónde estaba Adán cuando la serpiente entró en el? ¿Por qué permitio; que entrara?
Nosotros somos responsables de cuidar de nuestros hijos, de nuestras esposas, ministerios, congregaciones, amigos, trabajos y talentos, para servir a nuestro prójimo. Ellos son parte de nuestro jardín y debemos cuidarlos para que no entre la serpiente. En Apocalipsis 12:9 dice que el diablo es la serpiente antigua. Pedro dijo: “Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.” (1 Pedro 5:8) Seamos responsables, cuidemos lo que el Señor nos entrego .

El hombre no solo era responsable de cuidar el jardín, también tenia que "labrarlo y cultivarlo".
Este segundo trabajo es muy importante. Muchos cuidamos de nuestro jardín, pero fallamos a la hora de labrarlo. Un labrador es el que saca todo lo que no sirve de la tierra y la deja lista para sembrar. Solo trabaja con lo mejor de la tierra. Para poder sembrar en la tierra (personas), nosotros, como labradores, necesitamos desarrollar al máximo el potencial de esta. Labrando sus corazones y sus mentes, eliminando lo que no sirve y afirmando lo que si sirve.

Nuestras palabras son poderosas. Cada vez que hablamos, sembramos semillas en forma de palabras. Aquello que sembremos (aquello que hablemos, nuestras palabras), será lo que segaremos. La manera de hablarle a nuestro jardín, es lo que hará que este rinda mejor fruto. Lanzar visiones acertadas, afirmando el potencial de los que nos rodean, lograra que ellos sean, todo lo que pueden ser. En ocasiones encontramos que se dicen frases como estas: “vos no cambias mas” “sos la oveja negra de la familia” “deberías aprender de tu hermano”"eres un inmaduro". Estas visiones negativas, son semillas que a su tiempo darán como fruto, frustración y un concepto erróneo de su persona, falta de proyección, falta de visión.
¿Cuántas veces al día les decimos a nuestros hijos que Dios los quiere usar? ¿Cuántas veces le hacemos saber que son importantes para nosotros? Y a nuestros discípulos, ¿Le hacemos saber que son especiales? Esta es una buena manera de sembrar buenas semillas en nuestro jardín.
Contemos cuantas veces señalamos los errores de los demás, y luego cuenta cuantas veces lanzamos palabras que afirmen, y despierten en los que nos escuchan un deseo de ser todo lo que puedan ser, esto nos dará una buena idea de cómo estamos labrando nuestro jardin.

Es responsabilidad nuestra el labrar, no es responsabilidad de Dios. Ilustrare una historia para explicar esta ultima parte.
En una ocasión un hombre se encontraba caminando por un pueblo y se encontró con un terreno totalmente descuidado, abandonado, lleno de espinos, piedras y basura. Al ver este terreno el hombre sintió un fuerte deseo de comprarlo. Comenzó a buscar quien era el dueño del mismo. Al encontrarlo le hizo una oferta y el propietar= io acepto. Al haberse convertido en su nuevo dueño, emprendió una nueva tarea, alquilo un container, y con sus propias manos comenzó a quitar las piedras, la basura y todo lo que no servia. Labro la tierra y sembró trigo, maíz, y hortalizas. Al cabo de algunos meses, se encontraba de la vereda del frente del terreno y este estaba muy diferente a como lo había comprado. Maravillado con esto, vio que ahora esa tierras que habían sido inútiles estaban dando frutos. La cosecha estaba cerca. Mientras que contemplaba esto, se le acercó el religioso legalista del pueblo. Y le hizo despectivamente una pregunta: ¿Te sientes orgulloso de todo esto que hiciste?
A lo que responde –por supuesto, es algo que costo mucho trabajo hacer.
-Si pero recuerda que todo esto es de Dios le dijo el religioso.
-Seguro- afirmo el hombre, y continuo diciendo: pero hubiera visto, como lo tenia Él antes de que yo lo labre.

"Dios nunca hará algo que nosotros debemos hacer".
“Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.” (1 Corintios 3:6)
Cuidar y labrar nuestro jardín, es responsabilidad nuestra. Los resultados los dará el Señor. Y entonces daremos toda la gloria al Él.

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