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domingo, 23 de marzo de 2014

Anarquía y Anarquismo: antecedentes ingleses



  • Mario R. Cancel Sepúlveda
  • Historiador y escritor

George Woodcock (1912-1995), historiador, escritor, ensayista y crítico literario anarquista y autor de la entrada “Anarchism” en The Enciclopedia of Philosophy (1967), obra editada Paul Edwards (1923-2004) filósofo austriaco-americano,  fijan los antecedentes modernos del Anarquismo en la experiencia de los Diggers o Real Levelleres ingleses. Su criterio para apoyar dicha conclusión es el estudio de la praxis político social del grupo rebelde de la Revolución Inglesa que, aparte de todo, no usó el concepto anarhkia para referirse a sus posturas.
Teóricamente, aquellos activistas procedían de otras fuentes y la más notable seguía siendo el Cristianismo. Sus propuestas podían asociarse más al Comunismo Evangélico, sistema ideológico con una larga tradición en Occidente que manifestaba un fuerte compromiso con los pobres. El Comunismo Evangélico fue común a los Joaquinistas, los Fraticelli o Pobrecitos,Taboritas, entre otros,  propuestas medievales ligadas al culto al Cristianismo Primitivo y su simpleza ante la opulencia  de Roma o “La Gran prostituta de Babilonia”.
La figura más visible y orgánica fue el dirigente de los Diggers,  Gerrard Winstanley (1609-1660), un tejedor y cristiano fundamentalista de origen inglés. En 1649, los Diggers resentían la inseguridad económica que sucedió a la Guerra Civil inglesa. Su táctica más emblemática fue el rescate de la tierra realenga, es decir, propiedad de la Corona,  al sur de Inglaterra. Los Diggers establecían en las tierras ocupadas comunidades apoyadas en el trabajo agrario y el carácter común de la producción. Desde una perspectiva amplia, los Diggers articularon un sistema de producción y distribución igualitaria en el modelo del Cristianismo Primitivo.
El producto teórico más relevante de Winstanley fue La nueva ley de la justicia (1649), un panfleto cuyo pretexto teórico era la lectura de los “Hechos de los Apóstoles”, capítulo 2, versículos 44 y 45 donde dice:
44. Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común. 45. Vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno
El mito de que los Cristianos Primitivos eran comunistas, estaba bien difundido en la época. Winstanley abogaba por un “Cristianismo Racional” e interpretaba a Jesús Cristo como una manifestación de la “Libertad Universal”. No se trataba de una novedad: en el Medievo los teólogos cristianos identificaron a Dios con la Razón, apoyados en la interpretación tomista aristoteliana. Basado en ello,  Winstanley declaró la universalidad de la naturaleza corrupta de la autoridad y sostuvo que  había una relación estrecha entre la Propiedad y la ausencia de Libertad.
El modelo de producción en la sociedad soñada por Winstanley era como sigue:
1.     El trabajo se hacía en común
2.     La distribución debía ser controlada e igualitaria
3.     Los centros de distribución serían almacenes abiertos: la meta era abolir el comercio ganancioso
En el fondo se trataba de una protesta bien articulada contra la Monarquía y los privilegios de la Nobleza y contra el Mercantilismo y el Mercado en general. Pero la solución se reducía a  una socialización de la distribución del mismo modo en que luego enfrentaron el problema algunas de las utopías sociales del siglo 19.
La reflexión social de Winstanley, un Libertario Cristiano o Comunista Evangélico,  fue enriquecedora. Veía el crimen como un producto de la desigualdad económica y sostenía que la gente no debía confiar en los representantes del poder. Por el contrario, había que estimular que la gente tomara la iniciativa en el proyecto de terminar con la injusticia. Para que ese objetivo fuese posible, la tierra debía convertirse  en un “tesoro común” o, bien dicho, colectivizada. Para el Anarquismo del siglo 19, la vida y obra de Winstanley tuvo un valor más bien simbólico y no es una figura a la cual se apela como antecedente.








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