- Mario R. Cancel
Sepúlveda
- Historiador y
escritor
George Woodcock (1912-1995), historiador, escritor, ensayista y
crítico literario anarquista y autor de la entrada “Anarchism” en The Enciclopedia of Philosophy (1967), obra editada Paul Edwards
(1923-2004) filósofo austriaco-americano, fijan los antecedentes modernos
del Anarquismo en la experiencia de los Diggers o Real
Levelleres ingleses. Su
criterio para apoyar dicha conclusión es el estudio de la praxis político
social del grupo rebelde de la Revolución Inglesa que, aparte de todo, no usó
el concepto anarhkia para referirse a sus posturas.
Teóricamente, aquellos activistas procedían de otras fuentes y
la más notable seguía siendo el Cristianismo. Sus propuestas podían asociarse
más al Comunismo Evangélico,
sistema ideológico con una larga tradición en Occidente que manifestaba un
fuerte compromiso con los pobres. El Comunismo Evangélico fue común a los Joaquinistas, los
Fraticelli o Pobrecitos,Taboritas, entre
otros, propuestas medievales ligadas al culto al Cristianismo Primitivo y
su simpleza ante la opulencia de Roma o “La Gran prostituta de
Babilonia”.
La figura más visible y orgánica fue el dirigente de los Diggers, Gerrard
Winstanley (1609-1660), un
tejedor y cristiano fundamentalista de origen inglés. En 1649, los Diggers
resentían la inseguridad económica que sucedió a la Guerra Civil inglesa. Su
táctica más emblemática fue el rescate de la tierra realenga, es decir,
propiedad de la Corona, al sur de Inglaterra. Los Diggers establecían en las tierras
ocupadas comunidades apoyadas en el trabajo agrario y el carácter común de la
producción. Desde una perspectiva amplia, los Diggers articularon un sistema de
producción y distribución igualitaria en el modelo del Cristianismo Primitivo.
El producto teórico más relevante de Winstanley fue La nueva ley de la justicia (1649), un panfleto cuyo pretexto
teórico era la lectura de los “Hechos de los Apóstoles”, capítulo 2,
versículos 44 y 45 donde dice:
44. Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en
común. 45. Vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el precio entre
todos, según la necesidad de cada uno
El mito de que los Cristianos Primitivos eran comunistas, estaba
bien difundido en la época. Winstanley abogaba por un “Cristianismo Racional” e
interpretaba a Jesús Cristo como una manifestación de la “Libertad Universal”.
No se trataba de una novedad: en el Medievo los teólogos cristianos
identificaron a Dios con la Razón, apoyados en la interpretación tomista
aristoteliana. Basado en ello, Winstanley declaró la universalidad de la
naturaleza corrupta de la autoridad y sostuvo que había una relación
estrecha entre la Propiedad y la ausencia de Libertad.
El modelo de producción en la sociedad soñada por Winstanley era
como sigue:
1.
El trabajo se hacía en
común
2.
La distribución debía
ser controlada e igualitaria
3.
Los centros de
distribución serían almacenes abiertos: la meta era abolir el comercio
ganancioso
En el fondo se trataba de una protesta bien articulada contra la
Monarquía y los privilegios de la Nobleza y contra el Mercantilismo y el
Mercado en general. Pero la solución se reducía a una socialización de la
distribución del mismo modo en que luego enfrentaron el problema algunas de las
utopías sociales del siglo 19.
La reflexión social de
Winstanley, un Libertario Cristiano o Comunista Evangélico, fue
enriquecedora. Veía el crimen como un producto de la desigualdad económica y
sostenía que la gente no debía confiar en los representantes del poder. Por el
contrario, había que estimular que la gente tomara la iniciativa en el proyecto
de terminar con la injusticia. Para que ese objetivo fuese posible, la tierra
debía convertirse en un “tesoro común” o, bien dicho, colectivizada. Para
el Anarquismo del siglo 19, la vida y obra de Winstanley tuvo un valor más bien
simbólico y no es una figura a la cual se apela como antecedente.
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