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domingo, 28 de septiembre de 2014

CAMPO DE MISIÓN CIUDADANA

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POR: UBALDO TEJADA GUERRERO
Para el ejercicio de nuestra ciudadanía cristiana, debemos afirmar, que en el plano del liderazgo político y del cambio de estructuras del Estado, el espacio redentor es tan importante como la guerra espiritual. El espacio redentor y la guerra espiritual, deben ir de la mano, porque si no llegamos a estar involucrado en el cambio de estructuras, toda nuestra guerra espiritual será improductiva o aún improductiva”.

CONSIDERACIONES GENERALES:

1.    Debemos cambiar el chip, modificar la manera de entender la política. No es suficiente ir a votar, el ejercicio político debe ser parte del día a día, desde la casa, el barrio y cuanto espacio social frecuentemos.
2.    La política debiera consistir un ejercicio cotidiano, que nos construya como ciudadanos y no como clientes de quienes sabemos que nos van a traicionar.
3.    Construir democracia en el Perú y hacer política será todavía un camino largo, pero no nos queda otra alternativa, mas aún éste proceso electoral 2014-2016, ha hecho de la política producto mercantil y vil. Tenemos que sacar a la política de la corrupción, el narcotráfico y la violencia delincuencial; y, trabajar por proyectos alternativos.
4.    Hoy muchos ciudadanos en el Perú, han perdido gran parte de la capacidad para distinguir entre políticos y ladrones que encuentran en la política un campo de inversión a recuperar (costo-beneficio) con la finalidad de enriquecerse a cualquier precio.
5.    Los nuevos políticos deben promover la participación ciudadana, para que sea la sociedad civil organizada la que decida, donde se deben respetar las discrepancias como un método válido contra el “mal de altura”.
6.    Debemos que reconocer que mantener un Estado sólido, con políticas públicas sostenibles en el corto, mediano y largo plazo; implica comprender que descentralizar, es construir un nuevo Estado mas cercano al ciudadano. Este es es el meollo del asunto y la ambiciosa transformación por hacer, en que se halla nuestro Perú republicano.
7.    En toda gran transformación, los cambios profundos, no sólo son e resultado de las normas, ni de las proclamas o las demandas por valiosas que sean.
8.    Los candidatos en éste proceso electoral 2014-2016, no tienen propuestas, reflejando así la peor herencia del fujimorismo, lista para direccionar los cargos, para hacer y deshacer de los recursos del Estado.
9.    Los partidos precarios no fortalecen la democracia, porque no están vinculados a la sociedad civil, y mas bien se asemejan a un clan de amigos y familias.
10.  En conclusión, podemos afirmar mas que nunca en el Perú del siglo XXI, que el problema no sólo es del nefasto “capitalismo salvaje”, sino también de representación política, de ausencia efectiva de ciudadanía, de autoridad moral; y de un Estado realmente representativo de la nueva sociedad plurinacional y multiétnica.

ROL  POLÍTICO DEL CRISTIANO
Y acercándose Jesús, les habló, diciendo toda autoridad me ha sido dada en el cielo y la tierra” (Mateo 28:18).
1.    Los cambios se hacen realidad cuando comprometemos: conocimientos, convicciones, actitudes y conductas; pero, fundamentalmente practicando liderazgo transformacional, que provoca que la vida de las personas sean cambiadas de adentro hacia afuera, siguiendo sólo el patrón de principios escritos en la BIBLIA.
2.    Recordemos que en cuestiones de moda, podemos navegar con la corriente, pero en cuestión de principios cristianos, de conciencia, de fe; debemos afirmarnos como una roca.
3.    Todo proyecto cristiano entendido como verdadero legado, debemos medirlo por la sucesión, por la inclusión de personas, como nos enseñó JESÚS, para que tenga valor eterno.
4.    El ejercicio de nuestra ciudadanía cristiana es liderazgo, es influencia, ni mas, ni menos; y, para ejercerla, debemos ser sal y luz como Jesús no mandó, solamente así hemos empezado a obedecer el llamado de DIOS para nuestro ejercicio político de nuestra ciudadanía plena.
5.    En el turbulento terreno de la política, debemos ser responsables con nuestros hermanos cristianos que no están preparados, porque lo que fundamentalmente  lo que Dios desea es que mostremos un APLOMO CONTRITO.
6.     A mis hermanos les digo, que no debemos confundir la palabra “mansedumbre” con debilidad, pues como cristianos reconocemos nuestras debilidades; pero, es allí donde la fortaleza de Dios se perfecciona en nosotros.
7.    En el ejercicio de nuestro liderazgo ciudadano cristiano, tenemos una herramienta que tiene el potencial para cambiar nuestras vidas y el curso de nuestro desarrollo como líderes espirituales en éste ejercicio ciudadano temporal, sólo dirijámonos al libro mas ilustre que se ha escrito: la Biblia, sino preguntémonos: Quién nos podría enseñar mas sobre liderazgo, sino DIOS mismo?
8.    ¿Sobre que poderes estableció Cristo sus poderes? Esa autoridad es para toda la creación, es tanto temporal como eterna, es tanto espiritual como natural, es sobre todas las cosas de la creación y todas las cosas de la redención.
9.    Ser cristiano y ser político, significa que nosotros investidos  con la autoridad del Señor resucitado, tenemos el poder para presentar las demandas de ese Señorío, y entrar en las ciudades, en las naciones, para ejercer nuestra plena ciudadanía también en el plano del cambio de las estructuras del poder de los gobernantes de éste siglo.
10.  Finalmente tengamos la claridad de entender, que el mas grande poder terrenal: el Estado de éste siglo, no es más que una autoridad penúltima; la última  autoridad es siempre Jesucristo. Cuando estamos bajo su autoridad afectamos nuestras actitudes internas y nuestras acciones externas en todo nivel de ejercicio de nuestra ciudadanía.

Al final necesitamos mas que una política de cambio, un cambio de carácter; eso es un asunto moral espiritual.

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