Un informe de la consultora española Llorente y Cuenca analiza los cambios religiosos en América latina en las últimas décadas y las causas del crecimiento evangélico en la región.
Raúl Ernesto Rocha Gutiérrez 2 octubre, 2014 at 8:21 pm
"Más allá de las causas sociales, que las hay, lo importante es que el crecimiento evangélico sea producto de la obra del Espíritu Santo. Y esto es lo que deberíamos evaluar con toda sinceridad y de manera profunda los que hemos sido llamados a liderar al pueblo de Dios".
El documento, divulgado el 25 de septiembre y que puede descargarse en formato PDF aquí, señala lo siguiente:
“La diversificación religiosa en América latina producto del avance de las diferentes iglesias protestantes, evangélicas y pentecostales; han acabado haciendo más complejo el panorama religioso en América latina y en especial en países como Guatemala, Honduras, Brasil o Chile, donde entre un tercio y un 40% de la población ha abandonado el catolicismo para optar por alguna de esas iglesias evangélicas.
De este modo, la tradicional e histórica homogeneidad religiosa latinoamericana vinculada al catolicismo se ha roto en el último medio siglo con el crecimiento explosivo de las distintas ramas del movimiento evangélico.
Como muestra el estudio de opinión pública regional Latinobarómetro, la proporción de latinoamericanos que se declaran católicos pasó del 75%, a mediados de los años 90, a cerca de 67% en 2014.
Por lo tanto, se podría decir que el nuevo panorama religioso de América latina muestra un declive del catolicismo y de la Iglesia Católica.
De modo que, cabe preguntarse a qué se debe este nuevo panorama en el que los pentecostales experimentan un llamativo crecimiento.
6 octubre, 2014 at 11:09 pm
"¿Por qué crecen las iglesias evangélicas en América Latina? El fenómeno no es nuevo, hace un tiempo bastante prudencial que el crecimiento de las iglesias evangélicas en América latina es una palpable realidad. Así lo corrobora el Registro Nacional de Culto y fue causa, motivo y fundamento del profundo análisis realizado por la consultora española Llorente y Cuenca, dos instituciones que merecen total y absoluta credibilidad. Quizás los católicos que se retiraron de las iglesias obedece a ciertos y determinados cambios en sus estructuras con el advenimiento del papa Francisco, y que naturalmente no fueron interpretados por los feligreses, quienes están a la deriva y seguramente buscaran ubicarse en otras congregaciones no catóñicas. Entretanto y casi por inercia las iglesias cristiano-evangélicas se desarrollan abiertamente con la perseverancia del mensaje de la cruz provocando un sermón envolvente en principio para transformarse a corto plazo en una prédica determinante alimentada para la integración de la familia, la paz hogareña y la esperanza siempre latente de una mejor calidad de vida que dará lugar a fortalecer la fe y desembocará en una mejor obediencia para el bienestar individual y colectivo de cada alma recuperada para la obra de Cristo y beneplácido del Altísimo. Este fenómeno de masas sigue en cuarto creciente y evidentemente por cada iglesia que se registra y funda en cualquier punto de esta América latina treerá ricas bendiciones para un continente que imperiosamente necesita de la mano del Señor de los cielos, Rey de Reyes y Señor de Señores. Bienvenidas entonces todas y cada uno de las nuevas iglesias evangélicas que pasan a engrosar el reino aquí en la tierra. y bienvenida metamorfosis".
Por un lado, las primeras teorías que surgieron consideraban que en el crecimiento evangélico predominaban las causas exógenas, de tinte político, vinculadas al esfuerzo ‘contrainsurgente’ de los Estados Unidos hacia la región latinoamericana y en particular hacia América central.
Sin embargo, desde los años 60 los investigadores sociales han ido lanzando una serie de ideas nuevas para entender el auge evangélico buscando la explicación en causas endógenas antes que en las exógenas. Y entre ellas sobresalen las siguientes:
- En primer lugar, el debilitamiento y las divisiones internas en la Iglesia Católica. Entre los factores internos cabe señalar la existencia a partir de los años 60 de una iglesia católica politizada, dividida, fragmentada, segmentada y descoordinada que claramente perdió autoridad moral entre la población y capacidad de llegar a todos los rincones de cada uno de los países latinoamericanos.
- En segundo lugar, la mayor flexibilidad y capacidad de adaptación del movimiento evangélico. Las iglesias evangélicas mostraron una mayor capacidad de adaptación e innovación con desarrollo de sus prédicas y técnicas novedosas de proselitismo (en la radio y televisión), utilización de un marketing muy novedoso apoyado en la adhesión al movimiento de personalidades conocidas y una mejor conexión con los sectores populares.
- Por último, los cambios socio-económicos que han favorecido al crecimiento evangélico.El movimiento evangélico se vio favorecido por los grandes cambios y transformaciones que experimentó América latina tras la II Guerra Mundial: la migración rural-urbana que se produjo desde los años 50 y que se fue incrementando en los 60, 70 y 80, la cual todavía perdura. El desarraigo en plena transición de la sociedad hacia una nueva situación predominante urbana, sigue siendo una de las explicaciones que se han dado del auge neopentecostal.
En definitiva, tras haber analizado el movimiento evangélico en América Latina, se puede concluir que:
Por un lado, América latina ha dejado de ser católica de forma hegemónica. Es decir, la herencia colonial de una América latina homogénea en el sentido religioso se ha quebrado, de forma definitiva, desde hace medio siglo con el rápido crecimiento de las distintas ramas de las iglesias evangélicas
Por otro lado, el catolicismo sigue siendo mayoritario. Como señala el informe Latinobarómetro, 12 de los 18 países de la región tienen más del 60% de su población que se declara católicos. En nueve países hay más de un 70% de católicos, en otros tres más de 60%, y en dos más de 50% de católicos.
Además, las causas del cambio han sido endógenas. El aumento de los evangélicos responde a una gran diversidad de motivos, muy difíciles de generalizar, pero siempre en clave interna.
También, cabe señalar que el evangelismo (sic) ya no crece sólo en las zonas urbanas. En esta segunda década del siglo XXI, el más rápido crecimiento del protestantismo latinoamericano se está dando en las áreas rurales y zonas con una alta proporción de población indígena. Si bien es cierto que esas áreas rurales registran el mayor avance protestante, los evangélicos de las ciudades también siguen aumentando.
Por último, todo indica que los evangélicos crecerán, como lo han hecho históricamente, donde haya crisis sociales y económicas. Sin embargo, a medida que crezcan las clases medias urbanas y aumente el número de aquellos que hayan accedido a estudios universitarios superiores las sociedades latinoamericanas irán secularizándose o al menos perdiendo capacidad de movilización las iglesias neopentecostales, sobre todo las de mayor carácter fundamentalista y/o populista. Una situación que puede favorecer el crecimiento de las iglesias pentecostales con perfiles menos radicales”.
FUENTE:
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