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viernes, 3 de julio de 2015

NAVEGANDO POR LA SANTIDAD SOCIAL ( III )


"CORRUPCIÓN: AGENDA PERUANA"

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POR: UBALDO TEJADA GUERRERO
Analista Global
La corrupción en el Perú, viene destruyendo las estructuras básicas del desarrollo humano, con al amparo de ideologías extrañas a la misma naturaleza humana creada por DIOS.
¿Debemos querer a nuestra patria? ¿Es bíblica esta pregunta?
Lo primero es entender que las potestades y gobiernos de las tinieblas de éste siglo con su poder, no pueden mandar es al amor. ¿Pero cuantas clase de amor existen? Existe el amor emocional, que es el de los sentimientos; y, existe el amor volitivo, que es el de la voluntad.
Lo segundo es entender la esencia del amor. El amor es esencialmente cuidado, y el cuidado es amor en acción, es como el papel tornasol, que sirve para probar la presencia del amor y la profundidad de nuestra presencia de el.
Lo tercero es entender, que el cuidado es el amor en su mas amplio alcance.
Lo cuarto es entender, que el amor en acción, esta atento al bienestar del prójimo y se preocupa por sus intereses.
Estimados hermanos en Cristo, el problema con nuestra sociedad peruana actual es que nadie ama a sus instituciones, lo cual no es bíblico como decía el profeta Nehemías "Y cuando oí éstas palabras, me senté y lloré, e hice duelo algunos días, y estuve ayunando y orando delante de Dios del cielo" (Nehemías 1:4).
Escuchamos a los ciudadanos temer disgustarse por las estructuras del poder en el Perú, estamos tanto intimidados por la corrupción, el narcotráfico y la delincuencia, pero vemos como a veces nos sometemos a ellas, y a veces nos damos cuenta de que ellas nos seduce y nos compra.
¿Qué hacemos estimados ciudadanos cristianos frente al mal? Lo que observamos, es que nos rodeamos de una cerca para impedir su mal, criticamos y condenamos los fracasos de las autoridades por combatir al mal, pero no nos preocupamos por ellas, sin entender la esencia de ser cristianos, porque la preocupación no es mas que amor en acción.
Una exhortación final: Estimados hermanos, si alguna vez vamos a cambiar nuestro Perú, debemos sentir hacia nuestro prójimo y nuestros recursos naturales, lo que de alguna manera el judío sentía hacia Jerusalén: "Si me olvido de tí, oh Jerusalén, pierda mi diestra su destreza. Péguese mi lengua al paladar, sino me acuerdo de tí, sino enaltezco a Jerusalén sobre mi supremo gozo" (Salmos 137:5-6).


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