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viernes, 3 de junio de 2011

EL OPUS DEI Y LA TEOLOGÍA DE LA PROSPERIDAD

POR: UBALDO TEJADA GUERRERO – Analista Global – jesusenaccion46@gmail.com


No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” (2 Corintios 6: 14).


Básicamente en Latinoamérica hay una tendencia a la vinculación religiosa, la gente no quiere quedarse sin religión.


SOBRE EL “G12” Y LA “TEOLOGÍA DE LA PROSPERIDAD”
Curiosamente, esa revelación del número 12, la recibió anteriormente el fundador del Opus Dei, el católico Javier Escrivá de Balaguer, y hoy lo vemos emparentado con la “teología de la prosperidad” de algunas iglesias evangélicas en el Perú y Latinoamérica”.


En Latinoamérica y el Caribe, se ha iniciado una corriente de “líderes” sobre todo los de la corriente del señor César Castellanos, del “gobierno de los 12”, hablan que si no es así, tanto creés tanto tenés –camionetonas, negocios, vida opulenta–, el Espíritu Santo con su poder no se manifiesta. Esto exige que toda persona deba tener la libertad de examinar las Escrituras, para ver si lo que está recibiendo como enseñanza se ajusta a la enseñanza bíblica, porque la base para nuestra fe y nuestra práctica está en las Escrituras.


G12 es un movimiento que presenta una estructura contraria al modelo de una iglesia local como las Escrituras nos presentan. Su herramienta es de utilizar “encuentros” emocionales para causar dependencia emocional en sus miembros. Su organización es más bien en grupos de 12 apóstoles y no una iglesia de personas sin un número especifico.

César Castellanos, asegura que Dios mismo le dio a conocer una nueva revelación, y de forma exclusiva; el “eslabón perdido ” según él, la manera de Dios para llevar al éxito total a la Iglesia de Jesucristo en estos días. Según Castellanos, la motivación para capacitarse y comprometerse es para llegar a tener “poder y autoridad”. Vemos que la motivación aquí no es la de servir, sino la de tener “poder y autoridad”, llamándole a todo esto: “Éxito”.

Parece ser que lo que prima aquí es el crecimiento numérico. Ese es el concepto de ÉXITO de los que piensan así. No tienen en cuenta que el mismo diablo puede sin problema alguno llenar las congregaciones de gente sólo en apariencia piadosa, causando así un estropicio grande a la larga en esa iglesia (1 Jn. 5: 19b). Eso no es en absoluto nuevo, ya ocurrió al inicio de la iglesia católica, cuando los templos cristianos se llenaban de gente de todo tipo a partir del emperador Constantino. El mismo Agustín de Hipona se quejaba de ello en el siglo IV de nuestra era.

La “Teología de la prosperidad”, está penetrando fuertemente en algunas iglesias evangélicas del Perú, por lo que es necesario precisar, que es una enseñanza que no tiene respaldo en lo que hemos recibido en la revelación de Jesucristo. No tiene base bíblica. Es una herejía que sí se puede defender con ciertos textos bíblicos tomados fuera de contexto, porque todas las herejías son así, se defienden sobre la base de textos bíblicos aislados.

Se ha llegado al punto de que en este tipo de evangelio se presenta a Jesucristo como el jefe de una transnacional, y los pastores de esta corriente como los gerentes locales, emprendedores de “mega iglesias”, e impulsores de un “iglecrecimiento” ajeno a la voluntad de Dios.

Eso es usar las Escrituras para dar base a doctrinas ajenas al espíritu del evangelio. No creemos que la intención de Jesucristo sea que siendo Él quien no tuvo dónde reclinar su cabeza, sus seguidores se distingan por la riqueza material, el lujo, la ostentación y todo aquello que refleja una sociedad de consumo y no el espíritu del evangelio.

También pésima mezcla, es iglesia-estado, o iglesia-política, porque debemos recordar que la reforma protestante del siglo XVI se dio en un contexto de corrupción, donde había venta de cargos eclesiásticos, venta de indulgencias, corrupción dentro de la Iglesia Católica Romana. Hoy día hace falta una nueva reforma que tome muy en serio lo que está sucediendo en muchas iglesias evangélicas, que ésta campaña electoral 2011, toman partido por una u otra opción, sin ninguna relación con los principios bíblicos.


DIEZ PROBLEMAS FUNDAMENTALES
Primero
, hay movimientos dentro del seno de la iglesia protestante que la apartan de su sentido histórico y bíblico. Líderes que ya no reconocen que toda autoridad proviene de la Palabra de Dios. Ovejas que están en el lugar equivocado, recibiendo un alimento no necesariamente espiritual. Dirigentes que han convertido la fe en una religión de mercado, son parte del endurecimiento de las arterias de una Iglesia donde con mucha dificultad corren los ríos de Agua Viva del Espíritu.


Segundo, las iglesias que más crecen son a veces iglesias en las cuales hay una suerte de reflejo de una sociedad de consumo, y se habla de una “Teología de la Prosperidad”. La prosperidad material es parte de la sociedad consumista, la de los “amantes del dinero”.


Tercero, la “Teología de la prosperidad” refleja la sociedad consumista porque la gente lo que quiere es la prosperidad material y se pretende basar este evangelio en la enseñanza bíblica. Pero simple y llanamente no hay base para hablar de una negociación que se hace con Dios porque “mientras más doy, más me da Dios”.


Cuarto, hay una contradicción profunda entre lo que se dice en nombre de la “Teología de la Prosperidad” y lo que dice Jesucristo acerca de sí mismo: “Las aves tienen sus nidos, las zorras tiene sus cuevas, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar su cabeza”. Jesucristo no vivió una vida de riqueza material; él vivió una vida de dedicación al servicio de Dios, al servicio del prójimo, ésa tiene que ser la preocupación inicial, no el ser rico materialmente.


Quinto, las aspiraciones de cubrir las necesidades básicas son aspiraciones humanas, y el cristiano no puede abstenerse de esas aspiraciones. Es parte de la vida humana y de la justicia social. Pero una cosa es aspirar lo suficiente para cubrir las necesidades básicas y la otra es aspirar a ser ricos, y tener el lujo, la ostentación que se promete en la “Teología de la Prosperidad”.


Sexto, la enseñanza bíblica es clara: el que quiere ser grande que se haga siervo, que sirva a los demás. Que se especialice en el servicio y no que se arrogue una autoridad que no le corresponde. La única autoridad que tienen los pastores es la autoridad que se deriva de la Palabra de Dios, y en la medida en que esa palabra de Dios es proclamada con fidelidad y vivida –de manera que los pastores se constituyan en un ejemplo– tiene autoridad, para predicar la palabra.

Séptimo, lo más importante para la iglesia es ser fiel a la Palabra de Dios y lo primero para los pastores: buscar fidelidad a la enseñanza bíblica y no el éxito profesional, sin tener el cuenta al prójimo oprimido, porque eso refleja los valores del mundo.


Octavo, todo movimiento de reforma es genuino en la medida que vuelve a las raíces y redescubre aquello que Dios tiene como intención para la vida de la iglesia y la vida personal de los cristianos, y que ha sido revelado en Jesucristo y está consignado en la Palabra Escrita.


Noveno, puede haber personas que están en el rebaño equivocado y no se dan cuenta, creyendo que están recibiendo buen alimento espiritual y no basura herética.
La primera responsabilidad la tienen los maestros, y Dios llamará a cuenta a los falsos maestros. Éstos siempre existieron, en las Escrituras queda claro. Una de las enseñanzas falsas tiene que ver con la ambición de dinero y de los pactos humanos. Pablo habla de eso y con mucha claridad.


Décimo, la Palabra nos enseña que, así como Dios habló a Su pueblo en el tiempo del Antiguo Pacto a través de los profetas; en este tiempo, Él nos ha hablado a través de Su Hijo (He. 1: 1, 2). El canon de la Biblia está cerrado, y no se puede formular doctrina ni dogma extra bíblicos. Si así se hace, se cae en el error y en el engaño, porque la biblia se interpreta por si misma.


CONCLUSIÓN
Vayamos a la simplicidad y eficacia de la Palabra de Dios, la Biblia, y no nos movamos de ahí, huyendo de toda tentación de megalomanía o utilización de la palabra para fines personales.

1 comentario:

  1. JAQUE MATE A LA DOCTRINA JUDAIZANTE DE LA IGLESIA. La importancia de la crítica a la doctrina judaizante de la Iglesia, radica en que nos aporta los elementos de juicio necesarios para visualizar nítidamente __la omisión capital que cometió Pablo en sus epístolas al mutilar al cristianismo de la doctrina más importante para la humanidad. Desechando la prueba viviente de la trascendencia humana que se alcanza practicando las virtudes opuestas a nuestros defectos hasta adquirir el perfil de humanidad perfecta (cero defectos). Disciplina que nos da acceso a los contenidos, enseñanzas y potencialidades del espíritu__ Y la urgente necesidad de formular un cristianismo laico enmarcado en la doctrina y la teoría de la trascendencia humana (sustentada por filósofos y místicos, y ratificada por la trascendencia humana de Cristo); a fin de afrontar con éxito: “el ateismo, el islamismo, el judaísmo, el nihilismo, la nueva Era y la modernidad”, que amenazan con sofocar el cristianismo trascendental. http://es.scribd.com/doc/73946749/Jaque-Mate-a-La-Doctrina-Judaizante-de-La-Iglesia

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