Jesús Lavado Ariza
jesuslavadoariza@hotmail.com
Lima, 28 de Enero del 2013
El día Viernes 25 de Enero del 2013, CIPROFAM Internacional, difamó a seis ciudadanos y ciudadanas respetables, miembros de la comunidad evangélica peruana, a través de una de las redes sociales mas usuales por los cibernautas. Días después (28.01.13), en ese mismo espacio virtual, pero en la cuenta de CONEVAM Internacional, se promueve un foro de discusión, en donde uno de los seis comentaristas, se encargó de difamar cruelmente a dos de los seis difamados en el portal anterior. Todo, porque ellos y ellas han anunciado públicamente que votaran por la no revocatoria a la Alcaldesa de Lima, y porque sus voces son escuchadas y respetadas en diversos espacios sociales.
En relación a estos hechos se debe considerar que ambas cuentas en dicho espacio virtual están vinculadas a los hermanos Linares, conocidos activistas políticos que promueven el voto a favor de la revocatoria. Mientras uno, al parecer ataca a través de un membrete, generando solamente seis adhesiones a favor de ese acto de maldad; el otro, consiente el ataque, observándose poca atención de la gente; lo que indica que a muy pocas personas les interesa la guerra sucia y al resto de sus seguidores les afecta moralmente lo que hacen sus ídolos de barro.
Debe quedar claro, que la difamación es un acto que se enmarca en la violencia psicológica, daña el honor de la persona; los que difaman son personas que desprecian deliberadamente el testimonio y la dignidad del otro y de la otra. Cuando la difamación es un acto recurrente en la persona, refleja una actitud con claras fijaciones destructivas; en otros términos, construye un patrón del mal en su interior.
La difamación es pecado y esta señalado en uno de los diez mandamientos establecidos por Dios. El que difama, pretende presentar a sus victimas como personas ajenas a la fe cristiana. El que difama, desea reducir la vida de los seres humanos para tratarlos como cosas despreciables. El que difama, es insensible al dolor y al sufrimiento de sus victimas; pretende desvirtuar el testimonio de las personas para fines oscuros y egoístas. La difamación, de acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico, es un acto que el Código Penal, en su Artículo 132º lo tipifica como un delito punible.
Si se tiene la oportunidad de preguntar a los que difaman ¿Dónde esta tu hermano y tu hermana? Ellos con seguridad responderían: Los acabo de matar, y a ti que te importa. Pues le respondería: que a mí, si me importan, porque son seres humanos y tienen derechos a tener una vida libre de violencia. Las víctimas de difamación que el autor hace referencia en esta nota, son personas cuyas vidas están ligadas a luchar por la justicia de las victimas por la violencia y a un trabajo responsable para sacar adelante a quienes viven en pobreza extrema y en pobreza. A ellos y ellas mi solidaridad, mis afectos y este merecido desagravio público; mas bien, perdonen Ustedes que he reservado sus identidades, para no generar mas morbo.
La revocatoria es política y no religiosa.
https://mail.google.com/mail/?ui=2&ik=e3a9faadf2&view=att&th=13c87167c2beb710&attid=0.1&disp=safe&zw
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