Entradas populares

Vistas de página en total

martes, 6 de noviembre de 2012

LAS OVEJAS EN EL PERÚ

"¿Cómo piensa y siente Dios, el Padre amoroso, acerca del Perú?" Creo que es necesario sacar a Jesucristo de su entierro entre las tapas de la Biblia y las paredes de los edificios religiosos, y dejar que él se mueva como Señor en medio de la realidad nacional".



Escapando del abuso de poder

Medicina divina para un país que sufrió una larga historia de abuso de poder. Una guía de diagnóstico y recuperación para víctimas de abuso y maltrato, y para entender la realidad nacional desde una perspectiva espiritual.

Introducción

"Mucho me han angustiado desde mi juventud, puede decir ahora Israel.
Mucho me han angustiado desde mi juventud; pero no prevalecieron contra mí.
Sobre mis espaldas araron los aradores; hicieron largos surcos.
El Señor es justo; cortó los lazos de los impíos.
Serán avergonzados y vueltos atrás, todos los que aborrecen a Sion."
(Salmo 129:1-5)

Este libro es dedicado a aquellas "ovejas heridas" que son lo suficiente sinceros para admitir el dolor que hay dentro de ellos, lo suficiente valientes para escarbar sus raíces del pasado, y lo suficiente perseverantes para caminar hasta el final del camino que lleva a la sanidad. A todos aquellos que podrían sustituir "Israel" y "Sion", en el Salmo 129, por su propio nombre.

Este libro debería haberlo escrito un peruano. Pero puesto que ninguno lo ha escrito hasta ahora, me puse a asumir esta tarea y a plasmar estos pensamientos acerca de la realidad espiritual, psicológica, social e histórica del Perú.

Como extranjero que pasé los primeros 28 años de mi vida en un país y una cultura muy diferente, tengo tanto ventajas como desventajas.

La ventaja consiste en que el extranjero puede percibir ciertos fenómenos de la cultura nacional con más agudeza; muchos aspectos de la vida diaria "normal" y "común" le saltan a la vista como algo extraño y fuera de lo usual, porque son diferentes. El extranjero se plantea ciertas preguntas en las cuales el peruano no piensa, y puede de esta manera quizás contribuir a una nueva perspectiva de la realidad nacional.

La desventaja del extranjero, obviamente, consiste en que nunca puede sumergirse en la cultura nacional con la misma intensidad como la persona que ha nacido en ella; ciertas experiencias nunca las conocerá de primera mano. En consecuencia, mis observaciones e interpretaciones pueden estar equivocadas en algunos puntos. Donde sucede esto, les pido que lo pasen generosamente por alto. Mi "Yo peruano", al escribir estas palabras, no tiene más de nueve años; entonces no es de extrañar si en algunos asuntos razona como un niño de nueve años.

No pretendo hacer un estudio completamente científico en el ámbito de la historia, sociología o psicología. Esta tarea la dejaré a los especialistas en estos campos. Mi campo es la relación de la vida diaria con Dios, nuestro Creador, y la reflexión sobre esta relación, lo que se llama "teología" en términos científicos.

Entonces, mi primer objetivo al escribir este libro era dar una respuesta, por lo menos tentativa, a la pregunta: "¿Cómo piensa y siente Dios, el Padre amoroso, acerca del Perú?" Creo que es necesario sacar a Jesucristo de su entierro entre las tapas de la Biblia y las paredes de los edificios religiosos, y dejar que él se mueva como Señor en medio de la realidad nacional.

Mi hipótesis básica, la cual voy a exponer y fundamentar, es la siguiente: que el elemento principal de la realidad peruana ha sido y es el abuso de poder. Diferentes formas de abuso han penetrado la vida pública y privada a lo largo de la historia, han creado patrones de comportamiento tan arraigados que se consideran "normales" aunque no lo son, y han causado heridas profundas que requieren sanidad. El "alma colectiva" del Perú está marcada por las características psicológicas de una persona abusada. El Salmo 129 se puede leer también poniendo el nombre de "Perú" en el lugar de "Israel".

El antídoto contra los abusos consiste en la vida y enseñanza de Jesucristo, entendidas dentro del marco de los conceptos divinos sobre autoridad y poder.

Mi punto de partida es la Biblia como Palabra de Dios. Estoy convencido de que Dios nos ha revelado en la Biblia, en su esencia, la respuesta a todos los problemas fundamentales de nuestra existencia. Este es en realidad el método más científico de todos: al examinar una materia, tenemos que tomar en cuenta primero lo que dice el mismo Creador de esta materia.

Las personas que comparten esta convicción, en su mayoría se encuentran en las iglesias evangélicas. Por tanto estoy escribiendo en primer lugar para lectores evangélicos. Por otro lado, un cristiano evangélico podría estar ofendido por la manera en que estoy criticando las iglesias evangélicas. Que tome en cuenta que ninguna institución en esta tierra, ni siquiera una iglesia, merece nuestra lealtad ciega. El mejor servicio que rendimos a la iglesia, es admitiendo honestamente sus debilidades y contribuyendo a que ella se vuelva más como el Señor la quiso.

Advertencia:

La lectura de este libro puede abrir heridas. La historia del Perú está llena de lágrimas, heridas y dolor. Gran parte de este libro es un viaje doloroso a las raíces de nuestras heridas. Esto no es agradable, y es necesario ser valiente para emprender este viaje. Pero estoy convencido de que a estos valientes les espera una sanidad maravillosa. La última parte del libro está dedicada a esta sanidad que nos ofrece Jesucristo, el gran Médico del alma y del espíritu, y quizás descubriremos que El está más cerca del alma peruana de lo que pensamos.

Agradecimientos:

Ante todo agradezco a mi Dios y Salvador quien me dio la vida, la sanidad, y la inspiración para escribir este libro.

Agradezco a mi esposa por su aliento y su paciencia durante todo el tiempo de mi trabajo en este libro; y también porque ella está a mi lado como alguien que es parte, con su propia persona, de la historia que cuenta este libro.

No sería posible mencionar los nombres de todas las personas que de alguna manera han contribuido a las experiencias y los pensamientos expresados en esta obra; y al mencionar a unos, seguramente me olvidaría de otros. Por eso quiero agradecer de manera general a todos aquellos que contribuyeron a mi entendimiento del pasado y presente del Perú, a mi crecimiento espiritual, y a mi propia recuperación y sanidad después de las experiencias duras aquí descritas.
PARA SEGUIR LEYENDO:




No hay comentarios:

Publicar un comentario