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jueves, 4 de octubre de 2012

LA VERDADERA RECONSTRUCCIÓN DE ICA EN PERÚ

POR: ANA RONCAL VILLANUEVA
Tengo  que contar....

Fui por un día y me quedé cuatro. Después  de la Conferencia  Punto de Quiebre final  los pastores  de  esa ciudad me invitaron a quedarme y hablar el fin de semana en sus iglesias. Con un esfuerzo por ser flexible -estoy acostumbrada a preparar todo con antelación- para bosquejar mensajes a último momento, demostraciones  de amor y atenciones de pastores y miembros de Iglesias y el favor de Dios, he tenido uno de los momentos más tremendos y ricos en estos últimos años. Conocer a tantos pastores entusiastas y amorosos creyentes ha fortalecido mi propia vida.

Y es que cuando se habla del departamento de Ica en los medios y de las cifras del gobierno, se habla de dos cosas que nos dejan un ánimo dual: por un lado están las secuelas del terremoto que afectó a Ica, los problemas de la reconstrucción,  la corrupción en el manejo de  fondos por las administraciones  del Estado, y la explotación por parte de empresas extranjeras –muchas de ellas chilenas-  al trabajador agrícola, y por el otro, el “pleno empleo” en la región y el tremendo resurgir industrial y comercial. Y en efecto, Ica se ha transformado en un emporio comercial de primer orden para el Perú: las calles están siempre colmadas de gente ocupada, los bancos y las empresas de transporte compiten todas, los buses salen llenos, hay toda clase de negocios, restaurantes de todo tipo y precio,  y  no he visto mendigos en el centro de la ciudad y en los lugares en que he estado, al menos. La Huacachina se ha convertido en centro turístico y sus alrededores son ahora una ciudad por  sí misma.

Pero como casi siempre, se obvia –y esa es por seguro historia humana, el cristianismo subyace inadvertido por la prensa y los voceros del gobierno, como el cimiento espiritual que no se puede ver sino con ojos también espirituales- un factor de primera importancia: El rol que están ejerciendo las iglesias evangélicas, y esto no es por supuesto una casualidad, en alcanzar y educar a una población hasta hace pocos años olvidada. En un fin de semana he podido darme cuenta de lo que realmente pasa en la ciudad. Dos de las iglesias que visité, una muy grande y otra menor, están en casco; otro pastor me cuenta de la adquisición, con sólo las ofrendas de los miembros de condición muy humilde, de un gran terreno (la cifra de metros cuadrados va por las decenas de miles) cuyo destino es la construcción de un colegio, una iglesia y un hogar para ancianos. No puedo menos que apreciar el trabajo sacrificado y de fe de los pastores, por eso no menciono nombres, ni puedo dejar de mencionar que hay muchos profesionales prósperos y empresarios exitosos asistiendo a las iglesias. Al final del culto del domingo en la mañana, un asistente se acercó.  Es una persona en una posición de autoridad clave en el gobierno de Ica, sólo me miraba, casi sin poder hablar, tenía lágrimas en los ojos, Dios tocó lo recóndito de su corazón.
  
Un que terremoto no es visto como algo positivo por el hombre. Pero si lo pensamos bien,  es claro que la Plomada del Dios de la Biblia ha sido tendida (Zacarías 1:16-17) en Ica. La iglesia tradicional religiosa, legalista, dueña de lo que los fariseos llaman "sus" ovejas  a todas luces decae ante la aparición de una iglesia con contenido,  y dirigida por pastores con visión fuera de sus muros hacia la sociedad real, su ambiente empresarial, político y educativo.   En Ica hay montes espirituales a ser superados, y esa nueva iglesia busca emerger como el nuevo monte (Isaías 2) de la identidad del ser humano y la fe no como cumplimiento religioso sino como obediencia a los verdaderos mandamientos de Dios.  Esa es la verdadera reconstrucción de Ica…  oremos porque un dìa, cada uno “se siente bajo su propia parra y su propia higuera” (Miqueas 4:4)

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