EVANGELICOS PERUANOS Y ELECCIONES 2,014 Y 2,016

 Por: Ubaldo Tejada Guerrero - Analista Global - jesusenaccion46@gmail.com

NUEVOS ESCENARIOS

El año 2,013 en el Perú, se nos presenta en éste siglo XXI con carácterísticas muy perculiares, que ha sido muy bien descrita a sus 91 años, por el sociológo nacional José Mattos Mar ".....en éste gran conjunto nacional de sectores populares y medios limeños y provincianos, reposa en buena parte el futuro destino nacional, pues es de ellos de donde puede surgir la existencia de auténticos partidos nacionales, nuevas ideologías y nuevo modo de gobernar" ("Perú: Estado desbordado y sociedad nacional emergente" - Página 555 - Lima-Perú 2012).

LA EXPERIENCIA DE 1,990

Es necesario precisar, algunos hechos fundamentales de la incursión política de los evangélicos en el Perú, que son muy bien precisados por Romeo Grompone, que se resumen en lo siguiente:

1º "La mayoría de los evangélicos lo son de primera generación".

2º "Su convicción religiosa no se encuentra asociada a experiencias tempranas de socialización, sino es el resultado de una conversión, que modifica radicalmente sus expectativas y objetivos".

3º "Los evangélicos se sienten compelidos a dar testimonio de su -fe- en su vida cotidiana-dando prueba-de seriedad, de coherencia, de sentimientos de respetabilidad".

4º "Los evangélicos son vistos por sectores de clases medias, clases medias bajas y sectores populares (de donde proceden la mayoría de ellos) como personas que trasmiten una imagen de congruencia entre los valores que predican y la manera en que se conducen en su vida cotidiana".

(Elecciones 1,990 - Demonios y Redentores en el nuevo Perú - Una tragedia en dos vueltas" - Página 60 - Instituto de Estudios Peruanos - Lima-Perú 1,991).

CONCLUSIÓN

1º Debemos cuidar nuestro testimonio de fe, porque en 1,990 el ex Presidente Fujimori al ligarse al los sectores evangélicos, trató de brindarse de una imagen de "verdad", lo cual indica la falta de prepración en los avatares políticos de los evangélicos.

2º Según la Dra. Verónique Lecaros  "...el voto evangélico unificado es un mito, pero presentar a candidatos evangélicos se ha vuelto políticamente correcto y puede ser buena estrategia política. Aun así, no debemos olvidar que gran parte de los evangélicos entre los más humildes, pertenecen a denominaciones como Asambleas de Dios (un millón de miembros, según ellos) que se niegan a involucrarse directamente en política, que consideran como un mundo de perdición alejado del Reino de Dios".

3º Si algún discípulo de Cristo desea postular a un cargo de autoridad, que lo haga como ciudadano, a nombre propio, no a nombre de su congregación. Que participe en el partido que él crea conveniente, y que haga campaña cumpliendo con las demandas de su Señor: sin mentir, sin difamar y sin arreglos “bajo la mesa”. Y si es elegido, que pida la ayuda de sus hermanos para poder cumplir con integridad y eficiencia su labor, sin defraudar a aquel que lo llamó para ser sal y luz.