"Los cristianos no sólo deben servir a los hambrientos y a los que no tienen hogar, sino que de manera práctica, es necesario hablar en contra de la injusticia económica que está detrás la pobreza", dice el jefe de la ONG Church Action on Poverty (CAP).
Un artículo publicado en la edición de septiembre de la revista Reforma, Niall Cooper, elogió la labor de los cristianos quienes están estableciendo cientos de bancos de alimentos y centros de asesoramiento sobre deudas en todo el país.
Sin embargo, él hizo eco con los sentimientos de Jim Wallis, quien recientemente dijo que los cristianos son profetas “interrogadores” que no sólo deben “guardar los cuerpos que tiran al río, deben enviar gente corriente arriba para ver quién o qué los está lanzando”.
Cooper dijo que el “deber profético” de los cristianos les exige más de la prestación de sus servicios sociales y la emisión de declaraciones.
“Entonces, ¿qué podemos hacer para “ir hacia arriba” y trabajar por la justicia económica a nivel local”, se preguntó Cooper, él propuso aprovechar el poder del movimiento de comercio justo para alcanzar la justicia económica más cerca de casa.
“En los últimos años, las iglesias han tomado en serio el reto de promover el comercio justo desde hace miles de kilómetros de distancia”, dijo.
“¿No es hora de empezar a hacer preguntas acerca de las tasas equivalentes de remuneración para la gente que recoge nuestras zanahorias o pepinos, o los que limpian nuestras propias oficinas y escuelas?
“¿No es la justicia económica tan acuciante para los trabajadores mal pagados como lo es para los caficultores colombianos?”.
Cooper sugirió cinco formas en que se puede “ir hacia arriba”:
• Inscribirse en campañas Move Your Money (Para Mover Tú Dinero), bancos éticos de bancos y cooperativas de crédito.
• Adquirir el gas y la electricidad a proveedores éticos que proveen energía.
• Compruebe si en su iglesia y su ayuntamiento hay empleadores de salarios.
• Pon a prueba si está evadiendo impuestos y si esto contribuye a la pobreza.
• Únase a la campaña de Justicia Fiscal.
• Adquirir el gas y la electricidad a proveedores éticos que proveen energía.
• Compruebe si en su iglesia y su ayuntamiento hay empleadores de salarios.
• Pon a prueba si está evadiendo impuestos y si esto contribuye a la pobreza.
• Únase a la campaña de Justicia Fiscal.
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